La Trama; la justicia formal

En realidad, el propio título de este artículo, pero con signos de interrogación al inicio y al fin, resumiría perfectamente la cuestión central que me suscitó la película: ¿es la justicia formal una trampa para la sociedad?

La Trama es un thriller político-policial coprotagonizado por Mark Wahlberg y Russell Crowe que nos muestra el lado ambicioso y oscuro de la política… Aunque esto ya lo hacen cada día los periódicos. ¿Y qué tiene esto que ver con el tema que nos atañe? Nada. Lo que realmente nos interesa es una de las escenas iniciales en las que se explica que Wahlberg disparó y mató (supuestamente, en defensa propia) a un hombre que tras haber violado y asesinado a varias mujeres, había sido puesto en libertad por un defecto formal durante el proceso.

El positivismo, tal vez ya intuido por Hobbes, fue llevado a su máximo esplendor a través de los británicos Bentham y Austin, aunque de una manera un tanto radical. Tal y como yo lo entiendo, el positivismo jurídico es una corriente filosófica que trata de alienar el Derecho respecto de cualquier injerencia moral, considerando únicamente válidas aquellas normas que hayan sido traspuestas al ordenamiento jurídico según un sistema previamente aceptado. Tras siglos y siglos de interferencias entre la justicia y la moral dominante, recientemente se ha tratado de objetivizar la creación de las leyes a través de este sistema (por cierto, muy mejorado por filósofos posteriores, como Hart). Es la forma más aséptica de decidir qué es lo justo: no lo que tú o yo creamos que lo es, sino aquello que las leyes preestablecidas dicen que lo es.

Esto se traduce en el debate sobre justicia formal y justicia material el cual, personalmente, me gusta enfocar desde un prisma un tanto especial. Se traduce en la distinción entre lo objetivo y lo subjetivo. Pero estad atentos que no es tan sencillo (de hecho, esto iría mejor si estuviéramos hablando de Matrix). Un daltónico puede pensar que el semáforo está en verde cuando en verdad está rojo. Su realidad subjetiva es distinta a la objetiva. Sin embargo, la ciencia nos ha enseñado tanto que es casi imposible no preguntarse si es que acaso estamos todos daltónicos a nuestra manera. Aunque tengo mi opinión sobre este tema, prefiero dejar los debates más profundos a los que realmente se dedican a estos temas físicos. Me centraré en lo que interesa: es posible (un amigo me enseñó que en el infinito, todo es posible) que exista un concepto único y objetivo de lo que es bueno y lo que es malo, de lo justo y lo injusto, pero no lo sabemos, solamente podemos alcanzar una concepción subjetiva de nuestro entorno. Por lo tanto, evitando debates ad eternum sobre quién es menos daltónico que el resto, el positivismo zanja la discusión con la justicia formal. Y, amigos míos, aquí llega la trampa: ¿son justas las leyes?¿la validez democrática les confiere justicia per se? Seguramente no, pero es lo que nos ha tocado, mis resignados lectores.

Volviendo al largometraje, pongámonos en una situación ‘habitual’ donde un mero aspecto formal priva a los ciudadanos de sus derechos legítimos en pro de otros principios también loables, como la seguridad jurídica. La prescripción y la caducidad de las acciones. Una persona, por no haber reclamado en forma debida y en plazo determinado un crédito, pierde de iure el derecho a ejercer la acción para recuperar su dinero. ¿Es esto justo? Tal vez no, pero es lo que nuestro sistema democrático ha impuesto. Son las reglas del juego. El violador y asesino de la película ¿es justo que por un defecto procesal, sea cual fuere, salga libre y sin cargos? En absoluto. Pero, de nuevo, es lo que tenemos. Otra cosa es el tomarse cada uno la justicia por su mano, como hace Wahlberg, un tema que seguro nos dará para otro artículo.

Como reflexión final, en legitimación del sistema formal, nos quedaremos con lo que decía George Geismann: que la acción del Estado por derecho propio se convierte literalmente en ilimitada si la acción estatal sobrepasa la frontera del ámbito puramente formal.

Deja un comentario